Por qué cuesta tanto asistir a un evento deportivo de primer nivel
El espectáculo cambio y ahora intervienen las plataformas de ticketing, las actividades de Fan Experience, la seguridad,etc. Aquí te contamos todo lo que influye en el precio de las entradas.
Durante los últimos 20 años, asistir en vivo a un evento deportivo de primer nivel se ha transformado por completo. Hoy, el precio de una entrada no solo refleja el valor del espectáculo en sí, sino la acumulación de costos estructurales, tecnológicos, de seguridad, marketing y financieros que intervienen en la producción del evento. Detrás de cada ticket hay una economía compleja, en constante sofisticación, que justifica por qué ver deporte en vivo dejó de ser asequible.
1. Infraestructura tecnológica: la experiencia empieza en la red
Hoy ningún estadio moderno puede operar sin una red de comunicaciones de alto nivel. Se requieren redes privadas, redes públicas, zonas Wi-Fi de alta densidad, nodos 5G y capacidad de procesamiento local para streaming, datos biométricos, ticketing móvil y sistemas de control facial.
El SoFi Stadium (Los Ángeles) destinó más de US$100 millones exclusivamente a su plataforma tecnológica (Cisco, 2021).
El Allegiant Stadium (Las Vegas) invirtió US$84 millones en tecnología para soportar 65,000 conexiones simultáneas (Extreme Networks, 2023).
El mantenimiento anual de esta infraestructura oscila entre US$5 y US$10 millones por recinto, incluyendo actualizaciones, ciberseguridad y soporte técnico.
2. Costos de inmuebles y amortización de estadios
La tendencia ha sido clara: los clubes buscan ser dueños de sus estadios. Pero la propiedad conlleva amortización inmobiliaria, mantenimiento, reformas continuas y pagos financieros por décadas.
SoFi Stadium: US$5.500 millones (2020).
Allegiant Stadium: US$1.900 millones (2020).
Tottenham Hotspur Stadium: US$1.300 millones (2019).
Asumiendo una amortización lineal en 30 años, solo SoFi requiere cubrir cerca de US$180 millones anuales, parte de los cuales se trasladan a precios de entradas, alquileres, y concesiones.
3. Ticketing, plataformas y comisiones
Las plataformas de ticketing se llevan entre el 8% y el 20% del valor bruto de cada entrada.
Ticketmaster cobra hasta US$90 por entradas premium del Super Bowl (NYT, 2023).
El costo tecnológico de mantener las plataformas, evitar fraudes y operar con blockchain (como hace la UEFA con entradas móviles) implica contratos de varios millones por temporada.
La Champions League 2022-23 destinó €6,7 millones a la implementación de soluciones de ticketing móvil en 65 partidos (UEFA Financial Report).
4. Marketing, promoción y posicionamiento global
Promocionar un evento de primer nivel hoy implica campañas multicanal, derechos televisivos, activaciones físicas, influencers, contenido digital y pagos a medios.
El Super Bowl 2023 destinó US$150 millones en promoción, incluyendo US$50 millones solo en marketing digital y social media (AdAge).
UEFA y la Eurocopa 2020 (disputada en 2021) invirtió €60 millones en su plan global de medios, incluyendo asociaciones con TikTok, Alipay y Coca-Cola.
El costo de adquisición de espectador (Customer Acquisition Cost - CAC) en estos eventos puede superar los US$30 por fan, según datos de Nielsen y Deloitte.
5. Seguridad: de barreras físicas a disuasivos digitales
Los riesgos terroristas y las amenazas cibernéticas elevaron el estándar. La seguridad no es solo física, sino también digital.
Juegos Olímpicos de Londres 2012: US$1.500 millones en seguridad.
Super Bowl 2023: US$30 millones, incluyendo tecnología de reconocimiento facial, drones y cierre de perímetros urbanos.
FC Barcelona: firmó en 2023 un contrato de €18 millones anuales con IDEMIA para servicios de control facial en accesos (Sport Business Journal).
6. Pantallas, iluminación y producción televisiva
La experiencia en vivo se ha convertido en un set de televisión. Las pantallas gigantes, los sistemas de iluminación LED sincronizada y los equipos de producción elevan los costos.
Halo Board (Mercedes-Benz Stadium): US$40 millones, con mantenimiento anual de US$2,5 millones.
Estadio Azteca invertirá US$120 millones en renovación LED, audio y pantallas para el Mundial 2026 (FIFA).
7. Inflación salarial y guerras por el talento
Los eventos no son nada sin estrellas. Y hoy, los salarios son cada vez más una puja global. La irrupción del capital árabe ha distorsionado los precios del talento.
Cristiano Ronaldo en Al-Nassr: €200 millones anuales (incluyendo imagen y variables).
LIV Golf le pagó a Phil Mickelson un fee de firma de US$200 millones.
Arabia Saudita pagó €40 millones por albergar la Supercopa de España durante 4 ediciones, sumando ingresos netos muy superiores a lo que la RFEF habría obtenido en España.
Esto eleva el precio de mercado de cada evento. La competencia por captar a las estrellas implica subir los fees de organización y de contratación de atletas.
8. Comparativa histórica: cuánto cuesta producir un evento hoy
En el año 2000 producir el Super Bowl costaba menos de US$10 millones, hoy la producción está alrededor de US$800 millones.
Las Olimpiadas de Barcelona 1992 costaron US$9.400 millones, las de París 2024 costaron US$11.500 millones.
Estos dos ejemplos, aunque muy distintos en dimensiones reflejan la enorme inversión para producir estos eventos.
Los Juegos Olímpicos significan una inversión mayúscula, que solamente un Estado puede emprender, porque encierra desarrollo de infraestructura (considera la Villa Olímpica), un nivel logístico más amplio y un número de atletas y staff increíblemente superior al de Mundial FIFA, por ejemplo, que ya es el segundo más grande.
La inversión en Barcelona fue superior a la que 4 años después hiciera Atlanta en 1996 (US$4.700 millones), pero la de Atlanta falló en seguridad y hubo ataques terroristas.
9. Fan experience: el estadio como parque temático
La entrada incluye mucho más que el partido:
Apps personalizadas para pedidos desde el asiento.
Servicios gourmet.
Áreas interactivas (realidad aumentada, gaming).
Tours VIP con acceso a vestuarios, experiencias pre-partido, contenido exclusivo, zonas de activación.
El "Valor percibido por ticket" ha pasado de 100% deporte a un mix: 40% experiencia, 30% infraestructura, 20% seguridad y servicios, 10% branding/evento.
10. Clubes como activos financieros
El precio de adquisición de clubes top se ha disparado:
Chelsea FC (2022): US$5.200 millones (Todd Boehly).
Washington Commanders (NFL, 2023): US$6.050 millones.
Manchester United podría venderse por encima de US$7.000 millones.
Con tasas de rentabilidad esperadas de entre 6% y 10% anual, la presión por monetizar cada activo (asiento, fan, canal digital, experiencia VIP) es enorme.
Los precios de las entradas no son reflejo de una burbuja irracional. Son la consecuencia de un ecosistema de producción y competencia global por la atención del fan. Cada tornillo, pantalla, sueldo, algoritmo y dron cuenta.
Y cuando el producto es global y las expectativas son de primer mundo... el precio también lo es.
Adicional a lo que has leído, súmale la estructura de premios que un organizador debe otorgar a los equipos participantes en un evento como el Mundial de Clubes.
Para mayor contexto, te invito a leer:
Las mil millones de razones del Mundial de Clubes FIFA
Cada cuatro años, los clubes más poderosos del planeta se van a enfrentar entre sí, en un torneo organizado por FIFA que replica el formato del Mundial de selecciones nacionales.